"Todos los hombres tienen igual inteligencia, todos pueden aprender, y el maestro puede enseñar lo que no sabe, instando al alumno al desafío de aprender por si mismo, obligándose a usar su propia inteligencia. Son tres consignas de la función del maestro emancipador que lanzó Joseph Jacotot, revolucionando la pedagogía hasta limites tan escandalosos que después de su muerte, en 1840, fue necesariamente olvidado. Su búsqueda, que trascendía lo educativo para incursionar en la política en su más amplia acepción, no era imponer la igualdad, sino verificarla: no se llega a la igualdad por la evolución educativa: la igualdad esta ahí desde el principio. Sólo hace falta ponerla en acto. La igualdad es un punto de partida, no de llegada. Esta suposición, esta ficción teórica, si se persiste en ella, si se mantiene en toda circunstancia, tiene revulsivos efectos sobre el orden establecido, tanto como la suposición de la desigualdad natural. En un libro maravillosamente escrito, "El maestro ignorante" (Laertes, Madrid 2003), Jacques Rancière evoca la aventura de Jacotot, y revisa y actualiza aquella extravagante vanguardia intelectual en los tiempos en que se estaba reinventando la república moderna, después de la Revolución Francesa.
La emancipación de los pobres, decía el Prof. Jacotot en 1818 en un Colegio de Bélgica - donde estaba exiliado por la restauración monárquica - no es equivalente a la instrucción y formateo del pueblo. La igualdad es la inteligencia, una igualdad no impuesta, ni por la ley ni por la fuerza, sino por el despertar de la conciencia individual. A nadie le está negado aprender, siempre y cuando confíe en que aprenderá. Y para ello, para establecer esa confianza del "tu puedes saber" está el maestro emancipador... No para explicar una sabiduría reproductora de las injusticias, y así naturalizarlas y admitirlas como normales. No para reconocer la división entre los sabios y los ignorantes, los inteligentes y los tontos, los capaces y los incapaces. Jacotot pertenece a esa tradición magnífica de los maestros que, desde Sócrates, revelan las ignorancias establecidas de un tácito estatuto del privilegio, que preconiza lo inexorablemente desigual. Lo más agresivo de sus teorías y de sus practicas, fue su condena despiadada y victoriosa sobre lo que él llamaba el orden explicador, que nos toma a todos como seres inferiores. "No hay nada que explicar", dice Jacotot. Nosotros podemos entenderlo, sin que nos lo interpreten Ese orden embrutecedor - una gruesa palabra que él utilizaba - se impone en las sociedades absolutamente pedagogizadas, regimentadas, en las que la mayoría ocupa un lugar que no ha elegido." http://www.pais-global.com.ar/modules.php?op=modload&name=News&file=article&sid=2624
"¿Qué nos quiere transmitir Ranciere con este texto? ¿Cuál es el meta-texto?. En una entrevista (12) el autor menciona el descubrimiento de Jacotot cuando escribía “La nuit des proletaires”. Allí aparece el niño obrero que es conducido por sus padres a través del camino que él mismo iba trazando hacia la emancipación intelectual. Ranciere escribe “El maestro ignorante” en el momento y circunstancias mencionadas en su Prefacio. Él se opone tanto a republicanos como a progresistas, ya que ambos toman al conocimiento como causa y al a igualdad social como efecto.. Tanto en tiempos de Jacotot como en la Francia de los 80 y en el mundo y etapa actual, considera que hay que invertir el orden. El sujeto, cada uno de nosotros, debe suponerse capaz, autónomo, emancipado, suprimiendo las diferencias supuestas. Al preguntársele por coincidencias con la posición socrática, declara a ésta como “embrutecedora” por excelencia, dado que Sócrates sabía dónde quería llegar con sus preguntas, logrando que sus discípulos descubrieran la incoherencia de sus argumentos. Sócrates era el maestro sabio que los guiaba por el buen camino. Es preciso, en cambio, que el maestro no guíe más, que se declare ignorante. No transmite ningún saber sino que permanece atento a la búsqueda de éste por sus estudiantes. Respecto a la relación entre Jacotot y Descartes, Ranciere- Jacotot consideran que ser y pensamiento configuran una unidad, como los psicólogos que se referencian en el materialismo histórico del siglo XX, Wallon y Vigotsky, aunque a diferencia de ellos, parecen suponer al sujeto separado de su medio.
La ideología dominante - dice más adelante también pre-supone la igualdad de las inteligencias. Para ello cita a Aristóteles: ”El esclavo comprende el lenguaje pero no lo posee” (13).Su uso y comprensión es funcional a que cumpla órdenes. Ranciere- Jacotot proponen transformar esta situación; que se rompa la dialéctica amo- esclavo, a través de la autoafirmación del supuesto inferior.
No descarta que haya maestros pero pone como condición que no expliquen, que se limiten a transferir su voluntad de saber a otras voluntades. Le preguntan entonces por su relación con el psicoanálisis, a lo cual responde que tendría en común con el psicoanálisis lacaniano que ambos (analista y maestro) asumen el lugar del “no saber”". http://www.docentesdeizquierda.com.ar/resenas/maestro.htm
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