A contramano de lo que deberia ser un blog este espacio tuvo una marcada tendencia a los articulos despersonalizados. Por una obvia cuestiòn de anonimato -que tiene varias cuestiones en si mismo- y por otra obvia razòn que son mis limitaciones al escribir.
Creo en D10s, pero la religion del futbol no es monoteista. La mitologia futbolistica es politeista y tambien tiene lugar para semidioses y heroes humanos.
Y en relacion a los heroes humanos , como bilardista de la primera hora no puedo dejar de recordar y referenciarme a toda la ignominia, burlas, consejos de los millones de DT y todo el barro con el que era cubierto Carlos Salvador en el 84 y el 85.
Un recuerdo del año 85 cuando estabamos a 9 minutos de quedar afuera del mundial (un doble recuerdo a el tigre Gareca, artifice del titulo de 1986):
"PERDON BILARDO" anunciaban despues las banderas, quien no las recuerda. En la intimidad del vestuario de los campeones mundiales el canto era:" Se lo dedicamos a todos la rep...madre que los pariò!".
A los DT de cafè y a la corporacion periodistica futbolistica hay que recordarles que el futbol es un deporte: faltan aun 2 partidos de eliminatorias (quiza uno de reprechaje) y quizas nos falte todo un mundial por delante.
Esto ultimo es algo que se aprende en la cancha. En futbol lo que importa es el resultado -se gana y se pierde- y el resultado para D10s aun no esta cerrado ni mucho menos, digo al menos para irse de boca .
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Actualizacion 11-9-2009.
Cuando se iniciaba el mundial 1986 se decian cosas como estas, un boton de muestra digamos:
Diario La Razón - Mundial - Página 4, 2 de Junio de 1986, Juan José Panno
"Creemos que no, que Bilardo ya pasó por todas las mesas examinadoras (para el caso, las canchas de fútbol, las oficinas, los bares y los cafés desde donde el hincha opina), que el fallo ya fue emitido y que es en esa consideración popular inapelable.
Bilardo ya fracaso y no hace falta este Mundial para ratificarlo, del mismo modo que no servirá un éxito más o menos importante para rectificarlo.
Durante todos estos años, Bilardo contribuyó al desprestigio del fútbol argentino y a la confusión doméstica. Nunca pudo trasmitir lo que realmente quería, se dejó presionar, esquivo el bulto de los partidos amistosos por temor a una derrota, busco vanamente un equilibrio que lo hizo quedar en el medio de todo, sin jugarse nunca por nada, traicionó sus convicciones, habló de más y de menos (siempre a contramano de lo que indicaba la lógica), prometió cosas que sabía que no podía cumplir, elaboro planes de preparación que contribuyeron a la confusión general, se la paso diciendo “estoy conforme” irritando a la gente que veía por T.V. los mismos partidos que a él lo satisfacían, aburrió con los videotapes, abrumó con sus locuras, mostró una excesiva preocupación por cada uno de los rivales de turno, como expresando una tácita desconfianza en las posibilidades de los suyos. Y se montó al caballito de batalla de un par de partidos (los de la gira por Europa, contra Bélgica y Alemania Federal) pisoteando cualquier crítica. "
"Habló siempre de resultados, de fines (sin fijarse en medios, como tampoco lo hacía en su época de jugador) y en ese caso, son los mismos números los que condenan las estadísticas y marcan dos derrotas con Paraguay y una con Noruega, Francia, Colombia, Perú y Uruguay y dos empates con los modestos ecuatorianos en Quito y en Buenos Aires y una clasificación conseguida angustiosamente, con todo en la garganta sobre el final del último partido contra Perú."
"La selección argentina puede hacer un buen papel en México y naturalmente eso es lo que esperamos, pero para eso debemos jugar el fútbol que todos queremos.
Para la selección argentina, en el Mundial, este es el punto inicial. Para Bilardo, en todo este proceso, comienza aquí el punto final. Tal vez, el único punto final que reclama la sociedad argentina." fuente: http://www.carlosbilardo.com/comentario/informe_base.asp?id=57